Salsa de tomate: En un recipiente calentar un poco de aceite a fuego medio. A esto se le agrega un poco de ajo y cebolla finamente picados y se cuece por un tiempo. Seguir removiendo el contenido durante unos 7-8 minutos, hasta que la mezcla se ablande y luego añadir los tomates, el zumo, la albahaca y el orégano. También agregue un poco de vino. Cocine a fuego lento por 8-9 minutos, hasta que la salsa espese. Por último, añadir sal al gusto. Esta salsa puede ser almacenada y refrigerada hasta 5 días y actúa como un antioxidante y mantiene el brillo de su piel durante años.
















